A vueltas con el protagonismo y la participación
El protagonismo es una buena cosa, pero envuelto con endogamia y narcisismo es francamente nocivo. Viene esto al caso de la aspiración muy justificada de los educadores de que los chicos y chicas participen al máximo en todos los proyectos de aprendizaje-servicio. Frecuentemente asociamos el nivel más alto de participación al poder de decisión. Cuantas más decisiones tome el chico o chica, más protagonista será y más satisfactorio, por tanto,...