No son copitos de nieve
De lejos podrían parecer hasta bonitos. Pero cuando te acercas, te sorprende la magnitud del desastre. No, no son copos de nieve adornando artísticamente las puntas de los pinos: ¡son nidos de procesionaria! Hace apenas unas semanas estuvimos en Cerler, el pueblo más alto del Pirineo aragonés, en la falda del Aneto. Si el año pasado ya nos alarmó el estado del bosque, este año comprobamos hasta qué punto superaba al...