De patitas a la calle
Durante este mes de julio dos amigos míos han sido despedidos de sus respectivos puestos de trabajo. No se conocen entre sí y viven en ciudades distantes. No tienen nada que ver el uno con el otro. Pero comparten características comunes: ambos rondan los sesenta años; ambos han estado fuertemente comprometidos con sus empresas, asumiendo responsabilidades importantes; y ninguno de los dos se esperaba este desenlace. Ha sido algo más...