Confieso que me aterra la locura de los desalmados capaces de matar impulsados por un odio visceral imposible de entender.
¿Cómo hacer frente a los que son capaces de matarse a sí mismos si con ello pueden asesinar a unos cuantos? ¿Cómo nos podemos proteger contra esto sin caer en la paranoia de la hiperseguridad? ¿Estamos en guerra y no lo sabemos?
¡No tengo respuestas! Sólo la intuición de que no podemos cerrar los ojos y pensar que no es tan grave, que a nosotros no nos va a tocar. En palabras del poeta valenciano Vicent Andrés Estellés:
No t’han parit per a dormir:
et pariren per a vetlar
en la llarga nit del teu poble.
(No te han parido para dormir: te parieron para velar en la larga noche de tu pueblo)
El problema es como mantenerse alerta sin caer poco a poco en la espiral del odio. Necesitamos luces en esta larga noche. Luces de esperanza, luces de humanidad.