Esta fue la primera palabra (bueno, en realidad tres: ganas-de-hacer) que surgió ayer, al final de la primera sesión del curso de aprendizaje-servicio de L’Hospitalet de Llobregat, cuando les pedí a los participantes que escogieran una palabra para simbolizar la impresión que habían tenido.
Empezamos un curso que iré relatando en este blog, al tiempo que colgando los materiales, artículos, ejercicios, presentaciones y películas, en la página Ejemplo de un curso.
Creo que es estupendo tener maestros con ganas de hacer. Perdería sentido la educación si no fuera estimulante y no nos llevara a la acción. Nada mejor que empezar una actividad de formación con personas con ganas de hacer cosas.
Esta ciudad, que llevo en mi corazón aunque ahora vivo en Barcelona, está llena de maestros con pilas alcalinas. ¿Sabes cuántos proyectos de aprendizaje-servicio se desarrollan anualmente en ella? ¡Más de cuarenta!
El símbolo de la ciudad es una escultura que se llama L’Acollidora (la Acogedora). Además de personas de diferentes procedencias y culturas, nos estamos acostumbrando también a acoger educadores de otros lugares que vienen a ver cuál es el secreto del desarrollo del ApS aquí.
Sin embargo, mucho secreto no hay. ¿Lo más importante? ¡Ganas de hacer!