Manos de viento y de luz
Este verano primaveral y suave de Barcelona me está regalando pequeñas sorpresas. Una ardilla trepando despreocupada por el tronco de un pino del jardín del palacio de Pedralbes, cuando yo creía que en una ciudad sólo vería ardillas en el Retiro. O la vitalidad desbordante de mis dondiegos en la terraza... ¡incluso podándolos sin piedad y metiendo los brotes en jarrones echan raíces! A diferencia de otros julios resecos y fatigados,...