¿De verdad no podéis pararlo?
Queridas Soraya, Celia, Cristina, Esperanza... No creo haber votado nunca a vuestro partido, pero, desde la discrepancia, estoy convencida que en una democracia casi todos cabemos y a casi todos hay que respetar. No sólo asumo, sino que además defiendo, que hay que luchar por la convivencia en la diversidad de opciones políticas. Que no es deseable que todos piensen como yo. Que tengo que dialogar lo más civilizadamente que sepa...