Después de la intensísima semana internacional de aprendizaje-servicio en Buenos Aires, es imprescindible hacer la digestión… ¡aunque sea durante las seis horas de espera en el aeropuerto de Sao Paulo!
Personalmente, cada vez que vengo necesito luego montar una especie de estantería mental donde ir colocando, primero, las ideas-clave y, más tarde, las pistas, contactos, experiencias concretas… que de ellas se desprenden.
Mi esquema de este año -como siempre un decálogo absolutamente subjetivo- tiene dos bloques: el de las grandes reflexiones y el de los retos y estrategias a desarrollar en el futuro, o sea, «los deberes».
Aquí lo tienes, junto con las dos publicaciones-joya que recibimos los participantes:
Ideas-clave
1. El ApS como filosofía: si durante mucho tiempo hemos definido el ApS como metodología educativa, hay que reconocer la fuerza de su fondo filosófico, en tanto que pedagogía que excede la dimensión estrictamente didáctica.
2. La reivindicación del conocimiento científico vinculado estrechamente a los valores éticos, y el rechazo del conocimiento como mercancía. En palabras de Nieves Tapia y de Katia Gonçalvez, en el siglo XXI no se puede transformar la realidad sin rigor científico y no se puede pretender ser serio si la producción de conocimientos no es socialmente relevante.
3. El aprendizaje-servicio debe pertenecer al conjunto de la sociedad, no debe ser sólo un arma para los educadores: las organizaciones sociales, los poderes públicos, el sector económico, también debe descubrirlo y aprovecharlo. Es nuestro gran espacio de colaboración.
Retos y estrategias
4. Revalorizar la obligatoriedad: ¿No estamos diciendo que es valioso? Entonces, se debe garantizar para todos. Este fue uno de los retos que nos lanzó Juan CarlosTedesco en su conferencia del viernes. Hay que ver cómo, porque tiene riesgos, pero es necesario ser consecuente.
5. Gestionar el error: la formación de los estudiantes requiere aprovechar los errores que cometen cuando llevan a cabo acciones de servicio, pero el compromiso con la comunidad puede exigirnos eliminar al máximo el riesgo de error… ¿cómo encontrar el equilibrio?. ¡Buen desafío lanzado por Alicia Camilloni!
6. Otorgar mayor atención a las dimensiones transversales (reflexión, registro, evaluación) que atraviesan las etapas de desarrollo de los proyectos. Necesitamos innovar y profundizar en ellas como hasta el momento lo hicimos en las etapas metodológicas.
7. Multiplicar las investigaciones, necesarias para avanzar en calidad y cantidad, pero aprovechar las que ya existen, como la excelente investigación presentada por Marcela Martínez y evitar caer en el perfeccionismo absurdo que definía Ernesto Benavides como el que saliera el caldo más caro que las albóndigas.
8. Avanzar en la institucionalización de los proyectos, para que dejen de ser contemplados como prácticas extraordinarias y se normalicen en la vida ordinaria de los centros educativos. ¡Buenísima aportación de Martín Ierullo en la Jornada de Investigadores!
9. Proyectar la Red Iberoamericana con una mirada abierta al mundo globalizado, porque cada vez encontramos más puntos de confluencia y complicidades con más interlocutores de otros continentes.
10. Mantener y potenciar el liderazgo de Argentina, a quien todos reconocemos su veteranía en el aprendizaje-servicio, como fuente de conocimiento y de experiencias de altísima calidad pedagógica y social.
Pequeñas joyas de la semana
¡Entra y disfruta!:
II Jornada de Investigadores de Aprendizaje-Servicio 2012.
Siete historias inspiradoras en educación. Programa Creer para Ver.
La foto que acompaña estas líneas es de un hornero, una de las aves emblemáticas de Argentina. Al igual que el cerdito listo del cuento, construye una sólida casa de adobe. ¡Creo que es un símbolo de estos encuentros en Buenos Aires!