Nunca mejor empleada la expresión: estuve participando en una micro-maratón (10 horas) de formación en aprendizaje-servicio en el Centro de Profesorado de Almería, todo el martes 27, teniendo como «míster» a la incombustible María Rosa Navarro.
Por la mañana con 15 profesionales del ámbito de la educación especial, la educación de adultos y el conservatorio de música de esta ciudad; y por la tarde con más de 50 profesores y profesoras de primaria y secundaria.
Bueno, como este año no he podido correr en la Cursa de la Dona como el año pasado, por lo menos he participado en una jornada que tuvo bastante de deportivo. Me maravilló la resistencia de los maestros y maestras que aguantaron, después de su jornada laboral por la mañana, una sesión de 5 horas por la tarde, discutiendo, reflexionando, cuestionando, imaginando…
La sensación de navegar a toda vela también me la producía la compañía y el apoyo de Isabel Guirao, compañera en la Red Ashoka y fundadora de la asociación A Toda Vela, que se ocupa de proporcionar oportunidades de ocio creativo a niños y jóvenes con discapacidad intelectual.
A Toda Vela es algo más que una ONG especializada. Es un referente asociativo no sólo en su sector, sino en toda la sociedad civil de Almería. Llega allí donde el Estado del Bienestar no alcanza, y lo hace considerando a las personas con discapacidad como ciudadanos capaces de ser responsables en sus vidas, evitando la tentación de mantenerse siempre en el cómodo estado de dependencia.
Por eso en momentos de crisis económica es imprescindible que los poderes públicos apoyen todo lo que fomenta el capital social. Como A toda Vela.